Fue una aproximación al valor histórico y social del archivo del médico Tulio Emiro Sandoval. Este archivo está resguardado actualmente en la biblioteca departamental Jorge Garcés Borrero — en Cali, Colombia; a lo largo de dos años, el grupo de estudios permanente de lasucursal.clo — espacio cultural proyectado por Mario Scarpetta — visitó la biblioteca para consultar, indagar, documentar y crear una matriz de datos que permitiera entender las relaciones de este archivo con el campo del arte local, nacional e internacional. El Centro de Estudios (grupo) estuvo conformado Adriana María Ríos, Juan Fernando Correa, Carlos Andrés Méndez, participando como asistentes Nashly Perez y Lorena Salamanca. La dirección como la coordinación de varias áreas de este Centro Cultura estuvo a cargo de María José Garcés, Lorena Díez, Leonardo Herrera, Katherine Agredo y Carolina Cubillos.
Foto: Breyner Huertas
Entre el 2014 y 2016 aparece un espacio alterno tanto para el circuito general institucional como al circuito independiente de arte de Cali. La Sucursal.Clo fue un espacio cultural fundado desde un capital privado nacional con una colección de arte construida previamente, un punto importante para entender la razón del acercamiento a los archivos, en particular al archivo de Tulio Emiro Sandoval: a grandes rasgos, si nos acercamos a la gestión local cultural de estos últimos cinco años en la ciudad, el Museo La Tertulia ha transitado entre las posibilidades que brinda el apoyo privado y el acceso a un apoyo de tipo mixto; el espacio de Proartes y el Centro Cultural de Cali trabajan con capital y apoyos humanos gubernamentales; Lugar a dudas trabaja con capitales privados y otras fundaciones que destinan rubros económicos a países de centro y Suramérica mediante becas, y otros espacios auto declarados independientes funcionan mediante la autogestión y buscan el apoyo gubernamental. Hago evidente esto, en primer lugar para resaltar que el mecenazgo sí contribuyó definitivamente a la creación del Centro de Estudios, la sala de exposiciones que tuvo La Sucursal y la posibilidad de contar con personal especializado para la investigación, sin embargo, esa responsabilidad depositada en un solo ente hizo del proyecto su fragilidad. Así mismo, lo enuncio para ubicar en una capa exterior de nuestra historia cultural y artística, que los programas gubernamentales han dejado de lado la posibilidad construir historia, la han descuidado, y las iniciativas muy luchadas para arrojar estudios sobre el tema son de algunos pocos agentes de las artes provenientes de instituciones tanto públicas como privadas trabajando desde una individualidad provocada. Estamos hablando de que la incapacidad de entender la historia como una preocupación de todas las partes ha hecho de la construcción de discursos desde distintas manos, flancos y posibilidades: investigaciones nucleares y escasas, y faltas de apoyo. Lo que conllevó a fijar la mirada en una persona externa a la del campo del arte; Tulio Emiro, un médico pensionado caleño que se dedicó a recopilar y sistematizar materiales impresos de tipologías distintas, de varios momentos de la humanidad, modificados por él en su circulación y apreciación - el catálogo, la invitación, la revista es vista, efectúa su cometido, informar y muchas veces es lanzada a la basura- desde la delicada organización de los recortes y la estética dadá con las intervenciones a mano o con apuntes mecanografiados.
El entendimiento de la situación que describo, fue crucial para considerar como primer proyecto del Centro de Estudios la investigación de un archivo hecho por una persona que no era ni artista ni curador ni crítico, sino en una persona que sistematizó un siglo y medio de historia del arte mundial focalizando sus intereses en los sucesos locales a partir de la segunda mitad del siglo XX, especialmente en los cuales pudo ser participe como observador y visitante asiduo entre los años ochenta, noventa y dos miles, cuando en Cali se robustecen las instituciones locales y aparecen o desaparecen espacios de distinta índole, tales como centros culturales o galerías. Tulio Emiro fue una presencia viviente tanto de este campo en movimiento y transformación como de las distintas situaciones socio políticas que marcan los destinos de la ciudad y el país: las migraciones de trabajadores profesionales y no que agrandaron las filas laborales en países del primer mundo, los desplazamientos forzados constantes y más evidentes en la década de los años noventa, el ascenso del narcotráfico, la violencia entre cárteles, el lavado de dinero en espacios culturales como discotecas, galerías de arte, la inversión en arquitecturas suntuosas, y el posterior declive de estas economías. Allí radica también la importancia de este archivo.
El acercamiento de La Sucursal al archivo fue un cruce entre diversas situaciones y agentes cercanos al proyecto: el primer paso para que el archivo llegara a la Biblioteca Departamental lo da Bernardo Ortiz, artista quien en cierto momento en esta institución y facilita la donación de la familia. En el año 2011 dentro de las actividades del XI salón regional de artistas el Colectivo Helena Producciones, ganadores del mismo, proponen visitar este en una ruta sobre los artistas y su entorno, y Leonardo Herrera que para ese momento integraba el colectivo propone investigar este archivo a La Sucursal en 2014.
La concentración de las energías de profesionales como lo fueron Adriana Ríos, Carlos Méndez y Juan Fernando Correa, y la asistencia en la investigación de Nashly Perez y mi persona, fueron a lo largo de un año medio indispensables para abarcar el trabajo de Tulio Emiro Sandoval en la construcción de este archivo desde 1968 hasta 2004, cuando el autor muere. Los conocimientos de cada uno de las personas del equipo se enfocaron en distintas formas de entendimiento y comprensión del mismo: desde la generación de una base de datos que miles de cuadros con información y devino en una lectura de métodos gráfica; una reconstrucción de la vida de Sandoval a partir de testimonios familiares; hasta un desarrollo filosófico del término “archivo”, y metodológico de la materia que teníamos ante nuestros ojos. El desarrollo metodológico fue hacia donde apunte con mi entendimiento. El objetivo de mi trabajo como parte de la investigación era el de encontrar las rutas de construcción, los giros discursivos, las nominalidades y las rupturas a las formas de clasificación en los diferentes momentos que tiene el acervo en su totalidad: este trabajo estaba entre el olfato, la intuición, el ojo, la memoria, y las apariciones como chispazos de luz.
Las metodologías propuestas por el propio Sandoval son observables en los 130 tomos que conforman el acervo pero se diversifican de la siguiente manera: entre los tomos 1 y 44 la categoría general de organización es el título de un período histórico-artístico entre el Pre - renacimiento y la modernidad, es decir, en la medición de estos varios siglos el momento histórico como artístico estaba en consonancia con la historia general de la humanidad. En el campo de la búsqueda, esas categorías se irán pormenorizando hasta llegar al nombre de los protagonistas de aquellas: un ejemplo de esto es a. Modernidad, b. Bauhaus, c. Josef Albers. Los nombres de los artistas siempre están organizados alfabéticamente y las distinciones atienden a lo cronológico dentro de cada expediente de artista, luego se compone de información curricular, expositiva, informativa especializada o de los medios de comunicación masivos. Todos estas organizaciones son tendiente a la cronologización pero con imposibilidades. Resulta muy difícil encontrar materiales por continuidad en la fecha como insertarlos de esa manera, lo que obliga a hacer siempre reacomodación e inserción.
De esa imposibilidad aparece que cada libro esté anudado por alambres. Y que hayan libros más grandes que otros. De los tomos del 45 al 125 el meta orden cronológico histórico pasa a ser una organización por disciplinas artísticas tales como pintura, escultura, arquitectura, fotografía y artesanía, esta última haciendo evidente esa separación en la modernidad entre arte y artesanía, división que no ocurría antes. Siempre me llamó mucho la atención que en Pintores se sumara la palabras No Clasificados y que estos 55 libros albergaran más que pintores, de hecho artistas caleños de tres décadas, multidisciplinares, interesados en crear proyectos conceptuales, o en la desmaterialización del arte aparecen allí. Algunos otros también aparecen en las siguientes categorías.
Luego vendrá una Miscelánea conformada por cuatro libros donde hay palabras que reúnen expedientes cronológicamente organizado y no tanto. Es decir, toda la linealidad precedente casi que se cae. Tanto el lenguaje, es decir el uso del alfabeto como la temporalidad, ambos dadores de una acomodación progresiva pierden validez.
Lorena Tabares Salamanca (2019)Hay dos espacios temporales virtuales a destacar: el tiempo que alberga el material recopilado y organizado, es decir inicia con una memoria de los hechos del Prerrenacimiento del artista o la escuela de una artista, pasa por diferentes rótulos a movimientos artísticos del renacimiento finaliza su ordenación en nuestra contemporaneidad y el tiempo que tardó Tulio Emiro en organizarlo, es decir treinta y seis años. Digo virtuales por estar contenidos en la materia pero ya imposibles de vivenciar. Y un tiempo real, y es aquel que ocurre cada vez que el archivo es consultado, el tiempo que pasamos frente a la historia pasada. El archivo visto por el espectador se decantan en la corta y sintética mirada de su contemplación: pues los múltiples tiempos que alberga se fugan en la imposible vivencia de los mismos...Siempre sucede que el espiral de sucesos se achica, es un embudo por donde se cuelan y se puntualizan los fenómenos, incluso para verse hasta con muchísima mejor claridad.
La memoria explícita en la materia organizada del papel, alambre y recortes de collage es a su vez tenue en el contenido del archivo de Tulio Emiro, pues, se trata de un mar por navegar, ya no son los recuerdos propiamente de Tulio Emiro escritos línea a línea como lo hacia en sus álbumes familiares, lo que nosotros encontramos es en manera de ordenar la realidad, una la memoria cronológica curricular y expositiva de un investigativa que digiere la historia para mostrarla como un espectro visible y material de su propia caída.
El archivo de Tulio Emiro es referente innegable para conocer protagonismos y coprotagonistas. Su capacidad de abordar contextos tan distintos personal y no, hacen de su archivo una experiencia con filtros de otra naturaleza que si este hubiera sido hecho dentro del campo del arte mismo. Las subjetividades y sus juicios, jugaron de otra manera. Por eso, reaparecen lugares, personas y situaciones que no son comunes en esta narrativa a la que hoy nos acercamos. Reaparecen experiencias olvidas y condenadas al olvido. La suntuosidad que garantizo el narcotráfico, el auge de la venta de la pintura, bodegones, caballos, entre otros motivos, pero también su caída.
Tulio Emiro Sandoval y su archivo de arte
2017
Editores: Nadya Moreno Moya y Óscar Ardilla.
Textos de María José Garcés, Lorena Díez, Nadia Moreno, Óscar Ardila, Lorena Tabares, Adriana María Ríos, Carlos Méndez, Juan Fernando Correa.
Este compilado de textos brinda una perspectiva multidimensional del archivo Tulio Emiro Sandoval. El contenido está dirigido a indagar acerca de la estructura metodológica que el propio autor aplicó en este archivo en relación a una Historia del arte con h mayúscula, del mismo modo, profundiza en aspectos filosóficos, históricos y sociales que permiten el entendimiento del orden de la realidad que Sandoval llevó a cabo. El propósito de la divulgación libre de este documento es proporcionar una base para el estudio de los acontecimientos artísticos locales y servir como un pivote hacia un futuro para las/los interesados en un pasado que está por definirse.
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27 de Septiembre de 2019
Por invitación de Ana Osorio, docente de Historia (teoría, arte y arquitectura) en la Licenciatura en Arquitectura de la Universidad de San Buenaventura en Cali, estuve realizando una sesión de presentación e introducción al archivo de Tulio Emiro Sandoval. El objetivo de esta conversación fue el de dibujar las bases para el acceso a los libros o expedientes que conforman el archivo: hablamos de la organización, el uso de los recortes y collage como para ordenar un posible relato de la historia del arte y sus protagonistas, de lo que significaba el archivo para la ciudad, entre otros puntos.
Esta conversación se tradujo en una sesión practica con todos los estudiantes en la biblioteca donde está el archivo.